Miley Cyrus no acepta que sus padres quieren separarse, por eso intenta a toda costa que los dos hablen y solucionen sus problemas.
Pero las buenas intenciones no bastan y parece que lo que separa a Billy Ray y Tish es más grande que lo que los une.
Y eso que la pobre Miley ha tratado de todas las maneras posibles que sus padres no firmen el divorcio, pero no ha conseguido nada. Incluso Billy Ray le ha dicho a Miley que no siempre se puede conseguir lo que uno desea y que tiene que dejar de entrometerse:
"Deja de tratar de juntarnos. Nuestro matrimonio no se puede arreglar y nos vamos a divorciar".
Con estas duras palabras Billy Ray habría dicho a su hija que el divorcio es inevitable y que nada ni nadie podrán frenarlo.
Pobre Miley, el único consuelo que le queda es pensar que ella ha hecho todo lo posible por evitar el divorcio.
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